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viernes, 21 de enero de 2011

Silenciosa tala del Amazonas



Setenta mil kilómetros cuadrados de selva amazónica han desaparecido en la última década, una superficie igual a la de todo Panamá. Cada minuto se talan en el Amazonas el equivalente a ocho campos de fútbol. En los últimos treinta años se ha perdido una extensión más grande que Chile. Las talas ilegales, las extorsiones, las apropiaciones ilegales y la esclavitud son la realidad de cada día en la región natural más rica de todo el mundo.


Los bosques de la Amazonía sufren una explotación incontrolada. Las empresas ganaderas y madereras atentan contra el pulmón del planeta desde hace decenios sin que nadie pueda frenarlo. No es fácil controlar los abusos porque las distancias son enormes. Sólo en el Estado de Amazonas cabrían 11 países europeos, entre ellos Francia, Alemania y Reino Unido.

Sus habitantes sufren las consecuencias de la desmedida explotación de la selva. Tres millones de personas con salarios inferiores a 100 dólares mensuales, sin educación y sin esperanza. La pobreza facilita a las empresas tener hasta 40.000 trabajadores en condiciones similares a las de la esclavitud. El patrón se hace cargo del viaje, del alojamiento, de la alimentación y de la ropa de trabajo, que se les descuenta de su salario.

Gran parte de la riqueza del Amazonas se esconde entre árboles milenarios, pero también quedan ocultas las malas prácticas que se cometen al amparo de sus ramas. Los terratenientes silencian las voces de los que luchan contra esta injusticia pero no pueden hacer callar el ruido de las motosierras cuando talan cedros, jacobas o elondos. Con todo, la presión internacional y las prohibiciones gubernamentales son insuficientes.


Las empresas multinacionales ven en la Amazonia una fuente de ingresos fácil y con un bajo coste. A la explotación por la madera y por la ganadería se le suman las tierras de monocultivo. Tres gigantes estadounidenses, Archer Daniela Midland (ADM), Bunge y Cargill controlan el 60% de las exportaciones de harina, pienso y aceite procedente de Brasil. Durante el periodo 2004-05 deforestaron más de un millón de hectáreas para su sembrado.

La plantación de soja también ha invadido la selva. La mayor empresa productora privada de soja del mundo, el grupo Maggi ha aumentado su producción por la creciente demanda de Europa y Asia para alimentar el ganado. Su propietario Blairo Maggi, gobernador del Estado de Mato Grosso, en Brasil, es uno de los más castigados por la deforestación. Le llaman el rey de la selva, recauda 600 millones de dólares al año y ha llevado el desarrollo a la región con nuevas carreteras e infraestructuras, pero también la deforestación y la irresponsabilidad. Desde que es gobernador la tala indiscriminada ha aumentado un 40%.


El mundo padece cáncer de su principal pulmón. El Amazonas contiene casi la mitad de todas las especies vegetales del mundo, muchas en peligro de extinción por falta de agua y de humedad. Si la selva amazónica desaparece, también lo harán el resto de selvas húmedas del planeta. Se trata pues de una enfermedad que afecta a toda la humanidad y requiere una actuación conjunta antes de que sea tarde. La acción individual y las palabras no sirven.

Alberto Gutiérrez - periodista

jueves, 20 de enero de 2011

Problemas ambientales de la explotación y el uso del carbón


La minería del carbón y su combustión causan importantes problemas ambientales y tienen también consecuencias negativas para la salud humana.
Las explotaciones mineras a cielo abierto tienen un gran impacto visual y los líquidos que de ellas se desprenden suelen ser muy contaminantes.
En la actualidad, en los países desarrollados, las compañías mineras están obligadas a dejar el paisaje restituido cuando han terminado su trabajo. Lo normal suele ser que conforme van dejando una zona vacía al extraer el mineral, la rellenen y reforesten para que no queden a la vista los grandes agujeros, las tierras removidas y las acumulaciones de derrubios de ganga (escombros que se forman cuando se explotan las minas. En las explotaciones mineras se utiliza el mineral aprovechable, pero el resto del material que acompaña al mineral y no es útil (ganga) se deja acumulado cerca de las galerías o explotaciones en mineras en forma de derrubios) que, hasta ahora, eran la herencia típica de toda industria minera.

También es muy importante controlar y depurar el agua de lixivación, es decir el agua que, después de empapar o recorrer las acumulaciones de mineral y derrubios, sale de la zona de la mina y fluye hacia los ríos o los alrededores. Este agua va cargada de materiales muy tóxicos, como metales pesados y productos químicos usados en la minería, y es muy contaminante, por lo que debe ser controlada cuidadosamente.
En el proceso de uso del carbón también se producen importantes daños ambientales porque al quemarlo se liberan grandes cantidades de gases responsables de efectos tan nocivos como la lluvia ácida, el efecto invernadero, la formación de smog , etc. El daño que la combustión del carbón causa es mucho mayor cuando se usa combustible de mala calidad, porque las impurezas que contiene se convierten en óxidos de azufre y en otros gases tóxicos.
Explotación a cielo abierto en el ojo del huracán
Las explotaciones de carbón a tajo o cielo abierto en el mundo han generado una gran cantidad de estudios teóricos y en terreno, lográndose recopilar amplia información acerca de los impactos negativos de ellas en los lugares en que se realiza: impactos en el suelo, al destruir grandes extensiones de tierra; en el aire, producto del carboncillo, CO2, NO2, SO2 y los polvos en suspensión; en el agua, tanto térmica como física/química; en la atmósfera, efecto invernadero y lluvia ácida; repercusiones en la flora y fauna, dañando irremediablemente los lugares en donde las especies habitan y se desarrollan; y, finalmente, repercusiones en la salud y calidad de vida de las personas que viven y se desarrollan cerca de los lugares de explotación.

sábado, 20 de junio de 2009

Blanco y negro al Carbón

Ahora que ha comenzado la explotación de carbón en la Mina El Descanso por parte de la compañía Drummond, en lo que se ha conocido como el proyecto de explotación carbonífera más grande de Latinoamérica, es necesario hacer el seguimiento en cuanto al cumplimiento por parte de la compañía de los compromisos definidos en la licencia otorgada por el Ministerio del Medio Ambiente, no solo en la obligación de no contaminar y minimizar el impacto ambiental, sino en cuanto a la reducción de la contaminación que ha generado por mucho tiempo la explotación minera en esta región.

Esta es una labor que compete a todos los habitantes de los municipios más afectados del Departamento del Cesar como El Paso, La Jagua, Becerril y Chiriguaná y de igual forma a los gobernantes y alcaldes municipales en su gestión de control ante aquellas compañías que efectúan dicha explotación. Esta labor no solo se limita a captar oportunamente las regalías que recibirán por concepto de la explotación y su correspondiente destino a obras de beneficio general, sino al control severo, diligente y eficaz en cuanto al cumplimiento de los requisitos y obligaciones mencionados.

De no ser así, la región se verá enfrentada, en futuro cercano, a una contaminación ambiental severa que afectará todo el entorno de dichos municipios en un área que va más allá de las 47.000 hectáreas que corresponden al campo de explotación, los corredores viales, carreteras y vías de ferrocarril por donde se conduce el carbón a puerto, así como el mismo entorno marítimo del puerto de embarque. Dicha afectación se dará principalmente en la explotación ganadera, agrícola, en la pesca y hasta en la misma supervivencia de la población circundante,

De nada servirán las multimillonarias ganancias en regalías que recibirá la nación y los municipios afectados, ya que esos recursos no serán efectivos en un territorio explotado, desolado y en últimas, abandonado a causa de la contaminación ambiental.